Bienvenid@s de nuevo a esta maravillosa aventura.
Como os comenté en el anterior post, el bombazo estaba por llegar y la gran manzana nos esperaba. Para ello hubo que madrugar bien prontito, ya que a las seis y media quedamos en el parking que se nos hace cada vez más familiar. Pusimos rumbo hacia Nueva York y a alguno que otro le dio tiempo a echarse una cabezadita.
Llegamos hacia las diez después de parar a desayunar en el típico Dunking Donuts, y nada más llegar empezamos nuestra andadura en el parque más conocido de NY, Central Park. El día fue caluroso, así que hidratarse y comer algo era muy importante en este día.
Después de un largo viaje por el inmenso parque llegamos a la Quinta Avenida, mejor conocida como Fifth Avenue, una de las calles mas largas de Norte América. En ella compramos ropa en diferentes tiendas americanas como Hollister o Abercrombie hasta toparnos con el famoso Rockefeller Center, donde en verano es una plaza llena de restaurantes y en invierno curiosamente lo convierten en una pista de hielo.
Después de unas cuantas fotos continuamos con la andadura hasta llegar a Times Square, donde nos dio tiempo a sacarnos muchísimas más fotos en las míticas escaleras y seguir comprando los típicos souvenirs y alguna que otra prenda. He de decir que los EMYs encontraron auténticas gangas por lo que me comentaron, pero bueno como es sorpresa todo llegará a su tiempo.
Es hora de nombrar a la maravillosa coordinadora Debbie y su hija Danielle por la gran labor que están haciendo y es de agradecer los grandes gestos que tienen hacia nosotros. Uno de ellos fue la cena en el famoso restaurante italiano Tony's di Napolis, donde nos sirvieron unos platos espectaculares: ensalada, raviolis, pasta, pollo y el postre. ¡Madre mía era imposible parar de comer!
Finalmente, y después de llenar la tripa y coger fuerzas llegamos a la ultima parada, el famoso museo de cera mejor conocido como el Madame Tussauds, donde conocimos a diferentes famosos, eso sí, como bien os he dicho son de cera, pero nos hicieron reír y pasarlo en grande.
A la salida, nos esperaba una sorpresa, la tromba de agua había llegado a NY y gracias a Lance y su astucia nos recogió en la mismísima puerta del museo.
Pusimos rumbo al hotel, y llegamos hacia las diez de la noche, bastante agotados por cierto, después de un día tan ajetreado y con tanta caminata le pusimos punto y final.
Al día siguiente nos levantamos y el mal tiempo con el que habíamos acabado en el día anterior continuaba, y por ello Debbie, Danielle y yo junto con las familias que nos acompañaban en el viaje y el chófer Lance decidimos cancelar la visita, ya que lo propuesto para ese día no era para nada compatible con el tiempo que se presentaba.
Pero no teman, el lunes volveremos y con más fuerza que nunca, pero no se olviden antes tendremos la fiesta de despedida, y sí, me duele decirlo, pero esto se acaba.
Nos vemos en el siguiente post, seguir al tanto de las redes sociales.
¡Último apretón!
Un saludo,
See you soon.