¡Saludos desde Dublín!
Espero que vuestros hijos ya hayan hablado con vosotros por teléfono, pero no os preocupéis si no lo han hecho porque, realmente, ¡no tienen ni un solo segundo para dejar de disfrutar de esta experiencia!
Sábado 5 de julio – ¡Empieza la aventura!
Sí, ya estamos por aquí, con las maletas medio deshechas, muchas risas compartidas y un grupo que empieza a coger ritmo desde el minuto uno. Aunque todavía estamos aterrizando (literal y figuradamente), os cuento cómo empezó todo…
El sábado por la tarde nos juntamos en el aeropuerto de Bilbao sobre las 15:00. Al principio, como es normal, los nervios se notaban en el ambiente, pero bastaron unos minutos en la cola de facturación para que las primeras conversaciones empezaran a fluir. ¿Que el vuelo se retrasó 40 minutos? Pues mejor, más tiempo para conocernos. Enseguida salieron las cartas, el UNO, y hasta algunas risas de esas que rompen el hielo más rápido que cualquier dinámica.
El vuelo fue tranquilo, aunque con alguna que otra turbulencia al acercarnos a Irlanda, aunque, no fue nada que no se solucione con un buen agarrón al reposabrazos (o al monitor que sigue con algún moratón en el brazo). A nuestra llegada nos esperaba Lucas, de Future Learning, que nos acompañó hasta el autobús para llevarnos a nuestra residencia. Allí nos sirvieron la cena, repartimos habitaciones y… ¡a descansar! Que el domingo venía cargado.
El grupo, aunque un poco nervioso, tenía esa energía bonita de quien está a punto de vivir algo nuevo. Para algunos era su primer vuelo, para otros su primera vez en Irlanda… pero en todos se notaban las ganas, la ilusión y ese brillo en los ojos que solo aparece cuando sabes que te espera algo grande.
Domingo 6 de julio – Cumpleaños, festival y… ¿una patata?
¡Primer día completo en tierras irlandesas y vaya manera de estrenarlo! Nos juntamos a las 9:40 para empezar con energía y nos fuimos directos al colegio Belvedere, donde desayunamos y recogimos la comida del día. El ambiente estaba cargado de ilusión y ganas de explorar, y por si fuera poco, ¡era el cumpleaños de Naroa! Así que el día ya venía con celebración incluida.
Después de desayunar, cogimos el tren para ir al festival “Flavours of Fingal”, un planazo que nos tuvo entretenidos desde el primer minuto. Llegamos sobre las 13:00 y allí había de todo: tiendas con productos tradicionales, puestos de comida, música en directo, hinchables, juegos… ¡hasta una patata con la que, por supuesto, nos sacamos una foto! No todos los días se encuentra uno con una patata tan simpática, ¿verdad?
Nos volvimos a reunir a las 16:30 para regresar en tren, cenar en el colegio y después volver a la residencia. Pero antes de cerrar el día, aún nos quedaba un momento especial: la celebración del cumple de Naroa. Nos juntamos todo el grupo, le cantamos el cumpleaños feliz con velas, tarta y unas gafas graciosas que fueron la guinda perfecta para un día ya de por sí redondo.
Lunes – Clases, acentos nuevos y… ¡Emyliano!
¡Primer lunes en tierras irlandesas superado con éxito! El día ha comenzado oficialmente a las 8:10 de la mañana, cuando nos hemos reunido en la plaza de la residencia, con caras aún medio dormidas (y alguna totalmente dormida) pero con muchas ganas. Tocaba estrenar el cole, y eso siempre genera unos pocos nervios… y mucha emoción.
Al llegar al colegio Belvedere, desayunamos y asistimos a una reunión de bienvenida con Bryan, el director del centro, que nos ha explicado cómo funcionará todo a lo largo de las próximas dos semanas. Clases por las mañanas de 9:30 a 12:50 con un descanso de 20 minutos de por medio y actividades a las tardes después de comer de 14:00 a 16:40, y después de cenar de 19:00 a 21:00.
El colegio tiene un ambiente muy internacional, y eso ya nos daba pistas de que este viaje iba a estar lleno de acentos, nuevas amistades y muchas sorpresas. Pero como todavía se nos ve un poco perdidos en el país, se presenta ante nosotros nuestro primer amigo: Emyliano I. de Irlanda. Bien elegante, con su traje hecho a medida para el día de San Patricio... ¡No se puede pedir un mejor guía para visitar Dublín!
Por mi parte no he hablado mucho con Emyliano, pero solo espero que no sea (o acabe siendo) de la real, que está pasando mucho tiempo con Maialen…
Martes – Teatro, risas y una visita muy deportiva
¡La rutina ya empieza a coger forma y eso se nota! Por la mañana, algunos de los chicos y chicas participaron en el taller de drama y actuación con Josh, su profesor. Al volver, me lo resumieron muy claro: “está loco”… pero (tranquilos, familias) en el mejor de los sentidos. Lo que quizá no se dan cuenta es que ellos están igual o más locos que Josh. ¡Se entienden de maravilla y se lo pasan en grande!
Por la tarde, otro grupo visitó el Croke Park Stadium, uno de los estadios más grandes de Europa y un lugar clave en la historia y la cultura irlandesa. Esto es solo el calentamiento, porque el domingo toca vivirlo de verdad con un partido de fútbol gaélico. Spoiler: se vienen gritos, emoción y muchas fotos.
¡Seguimos con energía y cada vez más integrados en esta aventura irlandesa!
Miércoles 09/07 – Robots rebeldes, tour urbano y ¡música para los oídos!
¡Un nuevo día en Dublín lleno de contrastes y momentos para recordar! Por la mañana, algunos comenzaron el día con un taller de robótica, donde programaron un pequeño robot. La teoría estaba clara… pero su robot decidió tener vida propia: cuando debía avanzar, iba hacia atrás. Dicen que “para dar dos pasos adelante, a veces hay que dar uno atrás”, espero que lo hicieran por eso…
Por la tarde, otro grupo se lanzó a descubrir la zona sur de Dublín en un tour muy completo. Recorrieron lugares emblemáticos como la Oficina Central de Correos, O’Connell Street y, por supuesto, Temple Bar, donde las fachadas llenas de color y música nos recuerdan que esta ciudad no para.
Y para terminar el día… ¡bingo musical! Nadie cantó línea, pero acabaron cantando igualmente, y no solo en inglés: se animaron también con alguna canción en euskera, compartiendo un poco de nuestra cultura entre tanto acento irlandés. Incluso los integrantes del grupo que no hablan euskera se sumaron al coro (parece que al menos los estribillos se les dan bastante bien). Si aquí nos empapamos de lo suyo, ¡qué menos que devolverles un poquito de lo nuestro!
Jueves – Una estructura de altura y el Trivial
Tras las clases de la mañana, esta tarde hemos salido a seguir conociendo la ciudad. En esta ocasión, tocaba tour por Dublín, y uno de los momentos estrella ha sido la visita al "Spire", esa estructura altísima (la más alta de la ciudad, de hecho) que parece acariciar las nubes. Desde abajo nos ha parecido que se movía un poco más de la cuenta… Así que ha habido consenso en el grupo: si se mueve mucho más, nos toca sujetarlo desde la base, que como se caiga, aquí le hace un buen destrozo a los irlandeses.
Para terminar el día, hemos tenido un “table quiz”, una especie de Trivial por equipos con estudiantes de otros países. El equipo de Jon, Dani y Martín venía con ganas de llevarse la victoria a casa, pero esta vez la gloria se ha hecho la remolona. Aun así, todos nos hemos echado unas risas y seguimos sumando momentos geniales con gente de todo el mundo.
Y así cerramos esta primera semana completa en tierras irlandesas. ¡Menuda intensidad de días! Hemos tenido de todo: aventuras, risas, aprendizajes, spires que se mueven (o eso dicen), y hasta momentos en euskera que han conquistado a todos.
Parece que fue ayer cuando llegamos y no sabíamos ni dónde estaba el comedor, y ahora ya se sienten como en casa, rodeados de nuevas amistades y muchas historias que contar y otras por crear.
Nos vemos pronto, con las nuevas historias que crearán este fin de semana. Agur, slán… o como diría Emyliano: See you soon!