¡Hello de nuevo!
Hoy nos hemos adentrado en la historia de la Irlanda más auténtica con nuestra visita a Dún na Sí Amenity & Heritage Park, un lugar encantador que combina naturaleza, cultura y tradición a partes iguales.
La aventura comenzó a las 9:45 de la mañana, cuando el autobús nos recogió en Athlone. Tras un trayecto corto pero lleno de expectación, llegamos al parque con muchas ganas de aprender, disfrutar y vivir algo diferente.
Nada más llegar, comenzamos con una actividad que nos sacó muchas sonrisas: ¡bailes tradicionales irlandeses! Al principio nos costó seguir los pasos, pero poco a poco nos fuimos soltando y el ambiente se llenó de risas, ritmo y buen humor. Nos enseñaron tres tipos de danzas, algunas en pareja y otras en grupo, todas llenas de energía.
Y como el intercambio cultural no podía faltar… ¡también les enseñamos nosotros bailes vascos! Les encantó el Agurra y la Polka, que les sorprendió descubrir que comparte cierta alegría y viveza con las danzas irlandesas. Fue un momento muy especial de conexión entre culturas.
Después del baile, nos dividimos en dos grupos para realizar un tour guiado por el parque histórico, donde aprendimos cómo vivían los irlandeses hace siglos. Vimos sus casas de piedra con techos de paja, sus herramientas de trabajo, costumbres antiguas y también algunas leyendas mágicas que forman parte de su rica tradición oral. Descubrimos, por ejemplo, la importancia de las hadas en la mitología irlandesa, ¡fue fascinante!
Durante el recorrido también tuvimos la oportunidad de interactuar con algunos de los animales que tienen en el parque. Vimos cerdos, gallinas, pavos… ¡y hasta dimos de comer a unas simpáticas cabras! Fue muy divertido y gracioso tratando de alimentarlos.
Tras la visita, nos desplazamos al centro de Athlone para disfrutar de un merecido descanso y algo de tiempo libre. Primero, repusimos fuerzas con una buena comida (¡que falta nos hacía después de tanto bailar por la mañana!). Luego, aprovechamos para explorar el pueblo, pasear por sus calles y empaparnos de su ambiente.
Pero la diversión no terminó ahí. Parte del grupo decidió visitar un centro de ocio donde disfrutaron a lo grande: bolera, juegos láser, recreativas y muchas risas llenaron la tarde de emoción y buen rollo.
A eso de las 16:30, nos subimos de nuevo al autobús para regresar a casa, cansados pero felices, después de otro día inolvidable lleno de aprendizaje, convivencia, cultura y diversión.
¡Qué suerte poder vivir experiencias así!
¡Nos vemos en la siguiente excurisón!