Hellooo familias!!
¡Aquí va nuestra última entrada del blog desde Hull! Han sido unos días llenos de actividades, despedidas y momentos especiales que queremos compartir con vosotros. Así han sido nuestros últimos días:
Jueves, 10 de julio – Entre arte, juegos… ¡y discoteca!
Empezamos el día como siempre, con desayuno tempranito a las 8:00, porque a las 9:00 ya estábamos listos para nuestra excursión de mañana por Hull.
Paseamos por el centro, visitamos la catedral (¡sorpresa! era protestante), donde nos encontramos un espacio muy original: mesas con gente charlando, dibujando, jugando… y nosotros, cómo no, nos unimos. Jugamos a Jenga y al Conecta 4 con fichas gigantes, pintamos un rato y nos sentimos como en casa. Fue un momento muy divertido, inesperado y relajado.
Después, fuimos al Art Gallery, donde vimos cuadros y esculturas. Aunque era opcional, casi todos los chicos y chicas decidieron venir, lo cual fue muy buena señal. ¡Les gustó más de lo que esperaban!
De vuelta al campus a las 12:30, comimos y luego, de 14:00 a 17:00, tuvimos clase. Como hacía sol, el profe propuso darla fuera, en la hierba. ¡Una gozada!
Tras la cena a las 19:00, a las 20:30 nos esperaba nuestro segundo día de Disco. ¡Qué ambientazo! El DJ nos dejó pedir canciones y bailamos como si no hubiera mañana. Hacía tanto calor en la sala, que algunos salimos a hacer deporte al aire libre hasta las 22:00. ¡Disco y deporte, combo perfecto!
Viernes, 11 de julio – Deportes, talento… ¡y mucha risa!
Desayuno a las 8:00 y luego, como cada mañana, ¡a mover el cuerpo! A las 9:00 nos tocaba Sports, aunque esta vez éramos pocos porque muchos estudiantes estaban haciendo el examen del Trinity (nosotros nos libramos, ¡menos mal!). Así que aprovechamos para jugar todos juntos a volley y fútbol. ¡Mucho más divertido así!
Durante la comida, un profesor americano se sentó con nosotros y la sobremesa se alargó entre risas y anécdotas. Después, en clase, hicieron un Treasure Hunt por grupos que les encantó. Cuando terminaron, a las 17:30, todos hablaban de lo bien que se lo habían pasado.
Por la noche… ¡sorpresa! Había Talent Show. No teníamos nada preparado (¡ups!), pero en el último momento nos lanzamos con "Aldapan Gora", un temazo para mostrar un poco de nuestra cultura musical. Nos moríamos de vergüenza al principio… pero nos lo pasamos genial. ¡Lo dimos todo!
Sábado, 12 de julio – Última excursión y últimos bailes
Último día de excursión. Nos levantamos con mucha energía y con ganas de aprovecharlo al máximo. A las 8:45, rumbo a Lincoln, una ciudad preciosa y con mucho encanto.
Paseamos por el casco viejo, subimos sus murallas y hasta nos probamos ropas antiguas, ¡como si estuviéramos en otra época! A la hora de comer, adivinad dónde acabaron la mayoría… ¡Sí, en el McDonald’s! Energía rápida para seguir explorando.
Después, subimos la famosísima Steep Hill (¡vaya cuesta!) y recorrimos tiendas y callejuelas. A las 16:15 volvimos al campus, y al llegar, compramos una postal de “Thank You” para el staff del campus. Todos firmamos con dedicatorias, y se la entregamos personalmente a la directora. Fue un momento muy emotivo, y ella se quedó encantada con el detalle. ¡Qué bonito cierre!
Por la noche tuvimos la última Disco. Bailamos, reímos, y nos despedimos a lo grande. Después, algunos nos quedamos en la lavandería (sí, la Laundry… nuestro punto de encuentro habitual) para compartir sensaciones y recuerdos de estas dos semanas que han pasado volando. ¡Qué grupo tan especial hemos formado!
Domingo, 13 de julio – Con el corazón lleno… y las maletas también
Ayer vivimos uno de los momentos más intensos del viaje: la despedida. Con mucha penita en el cuerpo, a las 8:00 de la mañana cogimos el autobús rumbo al aeropuerto. Para nuestra sorpresa (y alegría), Will, nuestro activity leader favorito, se acercó a despedirse de nosotros. Fue un gesto precioso que nos hizo sonreír desde bien temprano.
El trayecto hasta el aeropuerto de Manchester fue tranquilo… y silencioso. La mayoría iban profundamente dormidos, después de varias noches intensas de convivencia, risas y amistad. Como suelo decirles: “Noches alegres, mañanas tristes”. Siempre protestan cuando lo digo, ¡pero saben que es verdad!
Al llegar al aeropuerto, justo a las 10:00, recibimos la noticia de que nuestro vuelo se retrasaba una hora. Lejos de molestarnos, lo agradecimos: pudimos comer tranquilamente en el Burger King y, lo más especial, compartir un último momento todos juntos. Me dieron una sorpresa muy emotiva: un osito con la bandera del Reino Unido, firmado por todos, y una cajita de galletas Walker. No pude evitar emocionarme… y al final acabé soltando alguna que otra lágrima. Fue un momento precioso que guardaré siempre conmigo.
Embarcamos poco después, aunque nos tuvieron media hora esperando en la pista porque el aire acondicionado del avión no funcionaba. Lejos de desesperarnos, aprovechamos ese rato para seguir hablando, riendo, y apurando cada minuto juntos. El vuelo fue una prolongación del grupo: charlas, recuerdos y muchas ganas de seguir en contacto.
Al aterrizar en Loiu, llegó el momento más difícil: las despedidas. Fue muy duro separarse después de todo lo vivido, pero ya estamos hablando de una quedada en verano. Algunos incluso ya sueñan con repetir el año que viene… ¡pero tres semanas esta vez! Esta experiencia con EMY ha sido increíble y ojalá podamos repetirla.
Hoy se cierra esta aventura inolvidable, llena de aprendizajes, anécdotas, risas, canciones, aventuras… y mucho compañerismo, pero estoy segura de que es solo la primera de muchas más que están por llegar. Gracias a todos los chicos y chicas por hacerlo tan especial, y a sus familias por confiar en esta experiencia.
¡Hasta la próxima aventura Emynators!
