Última semana en marcha… ¡y no queremos que acabe!
No sabemos cómo ha pasado, pero de repente ya estamos en la última semana de esta experiencia inolvidable. Cada vez queda menos para volver a casa, y ya empezamos a notar las primeras lágrimas (de emoción, de pena, alguna que otra despedida). Aún así, seguimos exprimiendo cada segundo, disfrutando del buen tiempo, de los compañeros de diferentes países, de las clases (que sí, aunque no lo digan muy alto, les están sirviendo mucho), y de todas las actividades que nos tienen preparadas.
Os cuento con detalle cómo ha ido esta recta final, que está siendo intensa pero preciosa.
Lunes – Compras, desayuno y clases
Este lunes 14 de julio comenzó con un nuevo cambio de horario: ahora tenemos actividades por la mañana y clases por la tarde. Y como cada lunes, tocaba elegir entre “shopping” o “beach games”. ¿Adivináis qué eligieron todos? Exacto: shopping.
Nos fuimos de paseo por las tiendas del centro: souvenirs, tienditas de chuches americanas, desayunos en McDonald’s o Greggs, un poco de todo. Fue un rato muy tranquilo, en el que aprovecharon para comprarse detalles para ellos o para regalar.
Sobre las 11:40 volvimos al colegio para comer, y por la tarde fueron a clase. La verdad es que se nota que cada vez están más sueltos en inglés. Tienen más confianza, participan más, y entre tanta mezcla de nacionalidades no les queda otra que lanzarse a hablar. Y eso es lo mejor de todo.
Martes – Bolos, mini golf y “hot dogs”
El martes 15 de julio fue uno de esos días con sabor a despedida. No porque hiciéramos algo especialmente triste, sino porque ya se siente en el ambiente que esto se acaba. Os confieso que ya han empezado mis primeras lloreras, aunque intento disimular.
Por la mañana fuimos a jugar a bolos, una actividad que siempre triunfa. Algunos, además, se animaron también con el mini golf que había en el mismo sitio. Las niñas aprovecharon para picar algo por allí: hot dogs, snacks… cosas que en casa igual no comen tanto, pero aquí saben a gloria.
Después fuimos al colegio a comer y, por la tarde, tuvieron clase como de costumbre. Al terminar, algunos pasaron por el Lidl para comprar chuches o algún antojo antes de volver a casa. Yo os aseguro que el cansancio acumulado se nota. Estamos todos disfrutando a tope, pero también reventados.
Miércoles – Cumpleaños, juegos y cena especial
El miércoles 16 de julio celebramos el cumpleaños de Jonetxiki, así que el día empezó de forma especial. Le dimos sus regalos por la mañana y estaba encantada. Después participamos en una actividad muy original: “survival games”.
Fue una mañana muy divertida: hicieron pruebas como adivinar comida con los ojos tapados, circuitos de obstáculos, llenar entre todos un cubo con agua, crear parachutes para proteger un huevo que luego soltaban desde una altura, y construir una casa con palos y bolsas de basura para resistir agua y viento. Fue un plan distinto y muy entretenido.
Por la tarde, como siempre, tuvieron clase. Al salir, los recogí para ir todos juntos a cenar a un restaurante italiano, elegido por la cumpleañera. Comimos muy rico, fue un rato precioso, y después cada uno volvió a casa. Día completito y con muy buen ambiente.
Jueves – Tirolinas, tiro con arco y discoteca
Hoy, jueves 17 de julio ha sido uno de los días más largos y más intensos de la semana. Por la mañana hemos ido a un parque multiaventura donde hemos hecho escalada y tiro con arco. Estaban encantados, aunque han acabado bastante cansados.
Por la tarde han vuelto al colegio para sus clases habituales, y al terminar, todos a casa a cenar y prepararse para una de las noches más esperadas: la discoteca (19:00-21:00 para menores de 18, por si las dudas ;) ).
A las 19:00 estábamos todos listos, bien arreglados y con muchas ganas de bailar. Lo han dado todo, y se lo han pasado genial, yo no he tenido la oportunidad de entrar porque era para menores de 18, pero no tengáis la mínima duda de que hoy a la mañana si que me han dado el panfleto para que fuese… en fin (¡me lo tomaré como un cumplido!) . A las 21:05 hemos quedado todos fuera para volver en bus y, a las 22:00, estábamos todos en casa. Día completísimo, pero ha merecido la pena.
Últimos días a la vista…
Se acerca el final y ya nos cuesta no emocionarse. Ver cómo han crecido, cómo se relacionan con personas de todo el mundo, cómo se atreven a hablar inglés sin miedo, cómo cuidan los unos de los otros… es algo que no se olvida.
Aún nos quedan unos días y los vamos a aprovechar al máximo. Todavía hay planes por hacer, momentos por vivir y recuerdos por crear.
El domingo nos vemos, con las maletas llenas de ropa, souvenirs… y un montón de experiencias que seguro que se quedan con ellos para siempre.
Nos leemos muy pronto. Un abrazo enorme a todas y todos.