¡¡Hola, holaaaaa Emy familia!!
¿Qué tal va todo por allí? Esperamos que fenomenal.
Nosotros seguimos disfrutando de nuestra aventura y no podemos creer que ya haya terminado esta tercera semana en Irlanda. Dentro de nada nos tenéis por allí contándoos todas nuestras batallitas.
Hoy nos toca hablar del tan ansiado viaje a la playa de este viernes. Después de tener nuestro examen semanal pusimos rumbo a la playa Donabate, muy cerquita de Dublín. Nada más llegar fuimos directos al agua a refrescarnos un poco y a hacernos alguna que otra aguadilla. Nos compramos el famoso 99, un helado de nata con una deliciosa barrita de chocolate. Tuvimos tiempo para echar unas carreras, jugar a las cartas, pasear e incluso hacernos una sesión de masajes… ¡así que la desconexión fue total!
El sábado por fin llegó el día más esperado del programa… ¡el viaje a Dublín! Para empezar, visitamos Trinity College, la famosa universidad de la ciudad. Paseamos por las bonitas y coloridas calles hasta llegar al castillo de Dublín, el cual fue construido en el siglo XVIII. Continuamos nuestra ruta dirigiéndonos hacía Temple Bar, el cual se encuentra en la zona donde se concentra la vida nocturna de la capital. Tras unas cuantas fotos, pusimos rumbo hacía la zona comercial pasando por el famosísimo Puente Ha’penny, el cual es utilizado por alrededor de 30.000 personas cada día para cruzar de Bachelors Walk a Temple Bar.
Una vez terminado nuestro pequeño tour por la ciudad, tuvimos tiempo libre para hacer compras en la icónica tienda Carrols y para explorar a nuestro aire. Nos dividimos en grupos, y a los más pequeños nos tocó ir con las monitoras, ya que Dublín es una ciudad muy concurrida. Visitamos el Stephen’s Green shopping center, uno de los centros comerciales más bonitos que nunca antes habíamos visto. Además, también nos recorrimos el parque Stephen’s Green y descansamos un ratito mientras otros disfrutaban de los talentosos músicos en las calles de la ciudad. ¡Lo pasamos genial!
El domingo como es habitual fue día familiar, por lo que hicimos magníficos planes con nuestras host families; entre ellos montar a caballo, ir a pescar, pasar el día en el pueblo de Bray donde se realizaba un espectáculo aéreo… ¡disfrutamos de lo lindo en nuestro último día familiar! Ayyyyy… ¡cuanto les vamos a echar de menos!
Os mandamos muchísimos besos y abrazos,
Kildare team,
María y Sara.
