¡Hello again from Dublin!
Cada día que pasa estamos más cerca de casa. Comienza la segunda y última semana de nuestra aventura, y aunque nadie quiere oír la palabra “final”, es inevitable que empiece a sobrevolar el ambiente. Pero lejos de venirse abajo, el grupo ha decidido hacer lo que mejor se le da: ¡exprimir cada segundo al máximo!
Entre bailes, recetas fallidas, partidos en la azotea y misiones de última hora para comprar regalos, estos días han sido un no parar. ¿Queréis saber qué tal nos ha ido? ¡Seguid leyendo!
Lunes 14 de julio – Tesoros ocultos, goles a la azotea, pero... ¿ya en la segunda mitad?
Comienza la segunda semana en Irlanda y ya se escuchan las primeras quejas nostálgicas: “Joe, ¿solo queda una semana?”, “¡Pero si acabamos de llegar!”. Parece que el tiempo vuela cuando se está disfrutando, y aquí no se está parando ni un segundo.
Hoy hemos redescubierto Temple Bar, pero desde otro ángulo: una búsqueda del tesoro por sus callejuelas nos ha revelado detalles que pasamos por alto en la primera visita. Porque en Dublín hay mil historias escondidas a plena vista, sólo hace falta afinar la mirada… y, en nuestro caso, seguir las pistas como verdaderos detectives urbanos.
Y para terminar el día con una buena dosis de acción, nos hemos ido a la azotea del colegio, donde está el Astro Pitch, un pequeño campo de fútbol con vistas. Allí se ha jugado un auténtico partidazo en el que nuestros cracks han dado todo: los mejores momentos del equipo vinieron de parte de Ander y Alba, aunque, seamos sinceros, el espectáculo lo ha dado Francisco, el nuevo astro argentino que se ha ganado el corazón (y las ovaciones) del grupo con su magia con el balón. ¡Qué fichaje internacional!
El grupo arranca la semana con las pilas cargadas, aunque el finde no nos ha dejado mucho descanso... ¡pero mejor así! El reloj corre y cada minuto en Irlanda es una oportunidad para seguir sumando experiencias que no se repiten.
Martes 15 de julio – Bailes, galletas... y un toque francés
Aquí no paramos de aprender sobre la cultura irlandesa, ¡y de formas muy originales! Esta tarde hemos tenido un taller de danzas irlandesas con una profesora que no solo baila de maravilla, sino que además enseña genial. Y, sorprendentemente, se nos ha dado fenomenal. Si seguimos así, cualquier día de estos terminamos bailando con el duende al final del arcoíris… A ver si, con un poco de suerte, nos premia con algo de su oro.
Eso sí, tanto zapateo nos ha dejado molidos, así que por la noche, para recuperar fuerzas, hemos hecho un taller de cocina. La receta a seguir: cookies de chocolate. Aunque el baile ha sido un éxito, la cocina… digamos que ha sido un poco más experimental. Las galletas han salido con más cariño que técnica, y eso también cuenta. De momento, dejaremos la repostería a nuestros compañeros franceses, que han confirmado el tópico: ¡cocinan como los ángeles!
Miércoles 16 de julio – Luces, música... ¡y a bailar!
Hoy nos hemos levantado con nervios y muchas ganas, y no es para menos: esta noche se celebra la esperada Disco Night. Desde por la mañana ya se notaba el ambiente festivo, todos hablando de qué canciones sonarán, con quién bailarán o cómo se moverán en la pista. La emoción se ha ido acumulando durante todo el día y, llegada la noche, no ha faltado de nada: luces, música, bailes compartidos… ¡y hasta una mini clase improvisada de samba de parte de una compañera brasileña que no ha dejado indiferente a nadie!
La noche no ha decepcionado: han sonado clásicos como Limbo, Macarena o Aserejé, y no ha habido ni una persona quieta. Todos sabíamos los pasos, aunque más de uno se ha inventado alguno por el camino. Pero da igual, porque lo importante es que la energía y el ambiente han sido increíbles.
Algunos se han arreglado para la ocasión con sus mejores galas, mientras que otros han optado por un enfoque más estratégico: ropa cómoda para poder bailar hasta romper la pista sin miedo a sudar la camisa buena. Sea como sea, la fiesta ha sido un exitazo y nos vamos a dormir con los pies cansados, la voz medio rota... ¡y una sonrisa enorme!
Jueves 17/07 – Toca pensar en los de casa (aunque sea un poquito)
Aún no hemos hecho las maletas, pero ya hay quienes empiezan a pensar en casa… Y no, no porque estén deseando volver (¡ni mucho menos!), sino porque quieren llevar algún recuerdo para la familia. Así que esta noche hemos organizado una salida de late shopping que no paran de pedirme por la ciudad, en busca de regalos, detalles, souvenirs y alguna que otra cosa que “se ha colado sin querer” en la bolsa.
Algunas chicas me decían muy convencidas que iban a buscar algo para sus aitas… pero por ahora solo les he visto entrar en tiendas de maquillaje. Eh, que yo no digo nada, pero igual están tirando por el “me lo compro yo, pero lo envolvemos para aita”… Por si acaso, no haré más preguntas.
En cualquier caso, se nota que los días van llegando a su fin y el grupo está a tope: con la emoción, con la prisa de no dejarse nada por hacer, y con las mochilas cada vez más llenas… ¡de regalos y, sobre todo, de recuerdos!
Y así cerramos estos cuatro días intensos, en los que no hemos parado de bailar, cocinar, jugar, reír… ¡y también comprar algún que otro recuerdo! Ya se nota que el final se acerca, pero eso solo nos da más ganas de vivir cada momento con el doble de energía.
Prometemos seguir aprovechando hasta el último minuto… y traer las maletas (y los corazones) bien llenos de experiencias.
¡Un abrazo enorme desde Dublín!
See you very soon!