LUNES 7
¡Hola familias! Ya estamos aquí de nuevo. No podemos creernos que en una semana ya estemos de vuelta en casa. Aquí el tiempo pasa volando.
El lunes 7 comenzamos el día con clases desde las 9:00 hasta las 12:30 como cada día y después comimos en el comedor. Después de la comida, cogimos los bártulos y nos fuimos a jugar “rounders”, que es un deporte parecido al béisbol y aunque al principio nos costó entender las reglas, nuestros chicos se metieron en el papel y no había quien les parase. Somos muy competitivos y allá en lo que jugamos, ganamos.
Terminamos alrededor de las 15:30 ya listos para volver con nuestras familias y descansar antes de reunirnos de nuevo para disfrutar de una barbacoa a las 19:00 en los jardines de la escuela. Nos pusimos finos filipinos a perritos calientes y hamburguesas.
Primer día de la semana superado.
MARTES 8
El martes comenzamos las clases como cada día desde las 9:00 hasta las 12:30 y entre medias, un descanso que los chicos aprovecharon para echar unas partidas de ping pong. Que si fuera deporte nacional, íbamos a la Selección porque la dedicación de nuestros alumnos con las palas y la pelota, no pasa desapercibida entre los demás estudiantes.
Después de terminar la comida, hacia las 13:00, tomamos el autobús (nuestra querida línea 1X) que nos llevó hasta Brighton Marina, un centro comercial donde iríamos a jugar a los bolos y aquí ya....libre albedrío. Unos pareciera que hubieran nacido con la puntería bajo el brazo, otros que ni atinaban a darle a un sólo bolo, y otros pocos que oye, estábamos ahí, felices de participar, si le dábamos bien y si no, también. Y si no que se lo digan a Iraia, no vimos cosa igual. Una auténtica pro, que se tomaba su tiempo en elegir la bola, llegar hasta su posición, balancear la bola y como si la tuviera adiestrada, caían los bolos uno a uno, ronda tras ronda.
Para las 16:00 ya habríamos terminado. Algunos chicos prefirieron quedarse explorando el centro comercial, las atracciones y las tiendas, mientras que otros optaron por volver a casa a descansar.
“Es que no paramos...”
MIÉRCOLES 9
Bueno, bueno, pero si estamos ya a mitad de semana....no sabemos cómo pero los días pasan volando. Como sabéis, las clases empiezan a las 9:00 hasta las 12:30 que ya estamos con hambre. Ay, qué calor. Menos mal que de postre nos hemos tomado un polo bien fresquito. La tarde se presentaba bastante tranquila, asi que nos esparcimos por el jardín y cada uno al deporte que más le apeteciera. Por supuesto, las mesas, palas y bolas de ping pong, reservadísimas y bajo cita previa por nuestros chicos que no pierden oportunidad para jugar entre ellos. Algunos optamos por jugar a bádminton, otros no fallan a su cita con las porterías, el volley en el ranking top 3 como siempre, y así hemos echado la tarde entre descansos para tomar el sol, echar una partidita de cartas, hablar con algún cara nueva o simplemente, refugiarnos del sol y del calor.
Pero...esta noche prometía. Recordad que los miércoles toca fiesta...y los nuestros esa se la saben como los que más. Anda que no se pusieron guapos requeteguapos y a las 19:00 ahí estaban haciendo cola para entrar. “Ésta ha sido muchísimo mejor que la anterior”, “nos lo hemos pasado genial” y hasta ahí podemos leer porque estos chicos....se lo saben pasar mejor que nadie. ¡Se lo merecen!
JUEVES 10
...Y a lo tonto, jueves. Ya está. Casi hecha la semana. Pero esperad porque hoy no iba a ser una mañana cualquiera.
A las 9:00 comenzamos las clases, todo iba según lo previsto. Nada inesperado. Y una hora más tarde...suena una alarma en la escuela. Pues allá que salimos todos para encontrarnos en el jardín, todos bien organizados, tranquilos y bajo control. ¡Un simulacro de incendios!
En escasos minutos ya estábamos todos fuera. Y el edificio en pie, así que para poca fortuna de algunos...de vuelta a clase. ¡Bravo por los chicos, que lo hicieron genial!
Después de terminar de comer, nos dirigimos a realizar la actividad del día. Visitamos el Brighton i360º, la plataforma en movimiento ¡más alta de Europa! Una vez dentro, los chicos iban y venían, daban vueltas, se hacían fotos, arramplaban con los vasos de agua, mientras la plataforma subía muy lentamente. Las vistas de Brighton eran espectaculares. Había playa, ciudad y campo.
Una vez abajo y en tierra firme, a escasos metros, se encontraba una construcción bien curiosa: una casa boca abajo. En mitad del paseo marítimo. Había que parar. Los chicos por un lado, las chicas por otro. Menuda equipación, ya os digo yo que esa casa no se iba a mover un milímetro. Ni el viento, ni el agua, ni la corriente ni un terremoto hubiera podido con la fuerza de nuestros chicos.
Y tras otro jueves más, nuestros Emy’s optaron por dar una vuelta por la zona costera, probablemente parando en Poundland, y preparándose para una tarde playa y chapuzón, que falta hace...
Nos leemos muy pronto,
Laura