Primer fin de semana en STEAM Dublín

¡Hello desde Dublín una vez más!

Ya estamos a las puertas del fin de semana, y aunque eso en casa suele significar descanso, aquí significa justo lo contrario: ¡más aventuras, más planes y más momentos para el recuerdo!

Empieza el finde, pero nosotros no paramos. ¡Allá vamos con tres días cargaditos de experiencias irlandesas!

Viernes 11/07 – Último día de la semana y primeras despedidas 

Hoy hemos llegado al ecuador de esta aventura en Irlanda. Ha sido el último día de clases de la primera semana, y aunque aún nos queda otra por delante, se empieza a notar que el tiempo aquí pasa volando. Lo que parecía mucho tiempo, ya se ha consumido a la mitad.

El día ha estado lleno de emociones. Por un lado, la alegría del comienzo del finde, que trae excursiones, actividades y mucha vida irlandesa. Pero por otro, una pequeña nube gris: y es que mañana se marchan muchos de los amigos y compañeros de otros países que hemos conocido y cogido cariño durante estos días. La convivencia, las clases y las risas compartidas han creado lazos que ahora cuesta soltar.

El grupo ha querido despedirse como es debido, así que hoy ha sido un día de intercambiar redes, hacer fotos y recoger firmas y dedicatorias en banderas irlandesas. Porque no sabemos cuándo volveremos a vernos, pero sí sabemos que este tipo de conexiones se quedan para siempre.




 

 

Sábado 12/07 — De acantilados, cookies… ¡y chapuzones!

Hoy nos hemos despertado con una sorpresa muy poco común en tierras irlandesas: ¡un sol radiante! Y no podía llegar en mejor momento, porque el plan del día era recorrer los acantilados de Howth. El grupo ha salido con muchas ganas de disfrutar del paseo, y entre el buen tiempo, las vistas espectaculares y el ambiente general, el día ha empezado con muy buen pie.

Tras completar la ruta, llegamos a Howth Village, donde visitamos su mercado y no pudimos resistirnos a probar las espectaculares cookies que vendían. Pero eso no fue todo: aprovechando el calor, los más valientes decidieron poner a prueba su resistencia al frío y se dieron un baño en las gélidas aguas irlandesas. Algunos gritos al entrar al agua dejaron claro que muy templadas no estaban… Ander dice, cito textualmente, que “no está tan fría” pero no metió la cabeza. Nunca sabremos si es porque, efectivamente, “SI está tan fría” o porque no quiere chafar el tratamiento “Curly Hair Styleque le han hecho sus compañeras.

Al volver, varios aprovecharon para recuperar energías en el autobús con una buena siesta. Aunque, sorprendentemente, eso no les quitó las ganas de seguir el día: al llegar a la residencia, aún quisieron acercarse al parque para rematar la jornada corriendo, riendo y gastando la energía que les quedaba.

El grupo está disfrutando muchísimo, el ánimo está muy alto y el sol nos ha dado una inyección de alegría. ¡Así da gusto disfrutar de Irlanda!

 


 

Domingo 13/07 — De festival por la ciudad... ¡y al gran partido!

Hoy hemos podido empezar el día con un poco más de calma: ¡nos han dejado dormir hasta las 9:40! Y menos mal, porque el domingo viene cargadito.

Tras desayunar, nos dirigimos hacia Merrion Square Park, en pleno centro de Dublín, para disfrutar del festival "Funtrópolis". De camino, paseamos por la ciudad y nos encontramos con otros grupos de EMYs que también andaban descubriendo rincones de la capital. En el festival aprovechamos para picar algo, jugar, ver espectáculos y empaparnos una vez más del ambiente irlandés que tan bien nos está tratando.

Pero todo esto era solo el aperitivo, porque por la tarde teníamos el plato fuerte del día: ¡partido de fútbol gaélico en Croke Park! El estadio impone, con su capacidad para más de 80.000 personas, y hoy estaba a rebosar. Fuimos a animar a Meath, el equipo del corazón para parte del staff que nos ha estado acompañando estas semanas. Lamentablemente, la emoción duró poco: perdieron por más de 20 puntos, cuando lo habitual suele ser una diferencia de apenas 4. Aun así, la experiencia fue inolvidable: la intensidad, el ambiente y la pasión del público nos dejaron con la boca abierta.

El grupo vivió el partido con muchísima emoción y, aunque acabamos con el corazón partido por la derrota, nos llevamos un día fantástico lleno de nuevas vivencias.




 

Y así cerramos un fin de semana que ha tenido de todo: despedidas, vistas espectaculares en Howth, chapuzones helados, festivales, reencuentros con otros EMYs y un estadio vibrante que no ha dejado indiferente a nadie.

El grupo sigue con energía, curiosidad y muchas ganas de seguir exprimiendo esta aventura. Cada día nos deja una anécdota, una risa y algún que otro despiste, pero, sobre todo, muchísimos recuerdos que ya empiezan a ser difíciles de contar con los dedos. ¡Esperamos coleccionar muchos más en esta segunda mitad del viaje!

¡Un abrazo enorme desde Dublín!

See you next week!


 

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