¡Hey there!
Este fin de semana ha sido una verdadera montaña rusa de emociones y experiencias inolvidables. Desde despedirnos de nuestros amigos chinos hasta explorar paisajes impresionantes y participar en eventos únicos, ¡no hemos parado ni un momento!
El sábado comenzó con nosotros despidiéndonos del grupo de chinos. Fue un momento conmovedor, lleno de abrazos y promesas de mantenernos en contacto. ¡Hemos aprendido tanto de ellos!
Después de las despedidas, nos dirigimos a Howth, un pintoresco pueblo costero a las afueras de Dublín. La primera parada fue el famoso sendero de los acantilados de Howth. Los acantilados fueron simplemente impresionantes. Con vistas panorámicas del mar, era fácil perderse en la belleza del lugar. Todos disfrutamos del aire fresco y del paisaje, que nos dejó boquiabiertos y con muchas fotos para el recuerdo.
Luego, nos fuimos al pueblo de Howth, donde nos encontramos con un encantador mercadillo local. El mercadillo estaba lleno de coloridos puestos que vendían desde artesanías hasta deliciosos productos locales. Fue un placer pasear por allí, descubrir pequeños tesoros y probar algunas deliciosas galletas. Pero la aventura no terminó ahí. Algunos de los más valientes decidieron darse un chapuzón en la playa de Howth. ¡Fue un baño refrescante y lleno de risas! Aunque el agua estaba un poco fría, eso no les detuvo. Fue una forma perfecta de terminar nuestra visita a este hermoso lugar.
Por la tarde, nos dirigimos a Newbridge, donde tuvimos la suerte de presenciar un concurso de gaitas. El concurso de gaitas fue increíblemente fascinante. El sonido hipnotizante de las gaitas llenó el aire, creando una atmósfera mágica que nos transportó a otra época. Fue una experiencia cultural única.
El domingo, el sol brillaba y decidimos aprovechar el buen tiempo visitando el Phoenix Park, uno de los parques urbanos más grandes de Europa. Pasamos la mañana recorriendo el parque, visitando el impresionante Wellington Testimonial, un obelisco dedicado a Arthur Wellesley, el primer Duque de Wellington. Fue un lugar perfecto para relajarse y tomar el sol, disfrutando del entorno verde y la tranquilidad que ofrece este enorme parque.
Finalmente, para cerrar el día y el fin de semana, nos dirigimos a Grafton Street, el corazón vibrante del centro de Dublín. Paseamos por la calle disfrutando de la atmósfera animada, las tiendas, y los músicos callejeros que llenan el aire con melodías alegres. Grafton Street es siempre una explosión de vida y fue el lugar perfecto para finalizar nuestro fin de semana.
Este fin de semana ha sido un recordatorio perfecto de la belleza y la diversidad que Dublín y sus alrededores tienen para ofrecer. Cada lugar que visitamos y cada experiencia vivida nos ha dejado recuerdos difíciles de olvidar. ¡Estamos ansiosos por ver qué más nos depara esta increíble aventura!
¡Esperamos que hayáis disfrutado leyendo sobre nuestras aventuras tanto como nosotros disfrutamos viviéndolas!
Un abrazote enorme,
Team Steam
