Yerrrr otra vez desde NYC!
Después de una primera semana intensa, llegó nuestro primer finde completo en la ciudad que nunca duerme. Y como podréis imaginar… tampoco lo hicimos mucho.
4 de julio – Central Park
El jueves 4 amanecimos con desayuno, clases y un nuevo monitor que acompañaba a Tyler (al que ya conocíamos desde el primer día). Dariel, o más bien Darielflow. Nos cayó genial desde el minuto uno, así que hemos pedido que nos acompañe en toda excursión que tengamos, cruzamos dedos para que se cumpla.
El plan nos llevó al pulmón de Manhattan: Central Park. Paseamos por zonas tan míticas como Bethesda Terrace, escenario de escenas de Gossip Girl, propuestas de matrimonio, rodajes, y ahora también de un par de fotos de nuestro grupo. También nos acercamos a Belvedere Castle, con sus vistas al parque y ese aire de castillo Disney en miniatura.
Después de tanto paseo, hicimos parada estratégica en Crumbl Cookies. Resultado: galletas del tamaño de la mano y azúcar por las nubes. De ahí, un ratito libre que muchos aprovecharon para dejarse caer por Target y arrasar con alguna que otra “necesidad”.
Cenamos en el campus y por la noche celebramos el 4th of July como se merece: accesorios, música, bailes y los fuegos artificiales de fondo. No faltaron las diademas de estrellas, pulseras, banderitas ni los tatuajes temporales.
5 de julio – Brooklyn
El viernes salimos a las 10 en dirección a Brooklyn. Bus, metro y primeras vistas del día en el Brooklyn Bridge Park, donde comimos nuestro Shake Shack sentados con vistas al puente. Todo muy de postal.
Después visitamos la zona de DUMBO (la de las fotos perfectas con el puente de Manhattan al fondo), exploramos el Dumbo Market, paseamos junto al río… y a eso de las 16:00 empezamos a cruzar el puente de Brooklyn. Antes, eso sí, cayó alguna compra estratégica de camisetas y gorras de I ❤ NY, que al día siguiente iban a dar mucho juego. El puente lo cruzamos con algo de prisa, pero no tanta como para saltarnos las paradas para hacernos las fotinchis de turista total.
Ya de vuelta, tuvimos un poco de tiempo libre, un trayecto de metro con música en directo, cena… y por la noche, discoteca. Bailamos un buen rato, y al volver a nuestro edificio, aún con energía, algunas se animaron con la polilla tramposa. Risas, trampas (más o menos disimuladas) y acusaciones falsas… como debe ser.
6 de julio – Estatua de la Libertad
Domingo, 10:00 de la mañana, look turista total: camisetas de I ❤ NY, coronas, alguna bandera… y destino claro: la Estatua de la Libertad. Cogimos el ferry desde Bowling Green hasta Liberty Island. Nada más llegar, foto de grupo obligatoria y después, tiempo libre para sacar más fotos, grabar TikToks, comer pizza y comprar souvenirs (spoiler: hubo de todo).
De vuelta en Manhattan, hicimos una parada rápida por el Oculus, con algo de tiempo libre… que ya no volverá a ser tan largo, porque, y cito textualmente: “si nos dejas libres, compramos de todo”. Así que metro al campus, cena, cambio de sábanas, y… lavadoras. No vamos a entrar en detalle sobre lo que costó poner la primera, pero digamos que si no aprenden aquí, lo harán a la vuelta en casa.
Por la noche, vóley en el campus, charla en la hierba y a dormir. Bueno… eso decían, porque alguna ya confesó que lo de dormir iba a ser complicado con San Fermín a la vuelta de la esquina.
Y así cerramos este primer fin de semana, ¡con mucho por delante todavía!
Stay tuned,
Irene