HELLO KILDARE!!!
¡Hola familias! ¡Ya estamos en Kildare! Felices, disfrutando, olvidándonos poco a poco de los nervios y cogiendo la dinámica estupendamente.
Como muchos sabéis, llegamos en dos grupos. Unos con Itziar el 25 y otros con Alvaro el 26.
En cuanto a los del 25, hicimos el viaje con el grupo de inmersión en familias de Galway. El viaje en autobús fue bastante silencioso ya que solo salimos diez personas desde San Sebastián, aunque fuimos capaces de escuchar alguna que otra risa. Cuando llegamos a Bilbao, los demás ya estaban ahí, lo que hizo el proceso de juntarnos mucho más rápido. Una vez pasado el control, comimos juntos, empezando ya a conocernos entre todos.
Un pequeño retraso en el vuelo que nos pasó casi desapercibido y, en horita y media, ya estábamos en Dublín. Nos subimos en el bus y los nervios empezaron a asomar, aumentando a medida que nos acercábamos a Maynooth. Llegamos a Maynooth.
Montones de brazos abiertos nos esperaban a nosotros, listos para abrazarnos, conocernos y acogernos como si fuésemos de los suyos. Todos contentos, mucho más calmados, ¡empezaba la aventura!
El 26, aprovechando que estábamos todavía cinco, fuimos a un pueblo costero llamado Howth y dimos una vuelta tanto por el pueblo, como por el paseo que hay cerca de los acantilados de éste. A la vuelta, como hacía sol y no había mucha gente, pudimos sentarnos en una terraza y tomar un helado.
Los del 26 tuvimos un viaje un poco más largo. Pero no, no penséis en un “¡qué faena!” porque aprovechamos cada segundo extra para ir conociéndonos mejor.
Empezamos en San Sebastián y cogimos un autobús rumbo a Bilbao. El autobús fue genial. Éramos un grupo pequeño y no nos conocíamos así que estuvimos todo el viaje haciendo diferentes dinámicas para conocernos… ¡No callamos en todo el viaje! El viaje se nos pasó volando y, para cuando llegamos a Bilbao, no nos creíamos que una hora antes no supiésemos ni los nombres de los que ahora podíamos llamar amigos.
Llegamos a Bilbao y nos juntamos por primera vez todo el grupo. Nos organizamos, hicimos el check-in y, después de un pequeño ratito de conocernos en el aeropuerto, nos subimos al avión. El vuelo fue como el autobús de la mañana, pero sin ruedas. Todo el vuelo se escucharon risas, abrazos y conversaciones geniales de chicos y chicas fantásticos empezando a formar esta gran familia que, sin darse cuenta, acabaremos constituyendo en este mes de convivencia.
Y casi sin darnos cuenta, ya estábamos en Dublín. Sin mareos, sin sustos y ya conociendo a muchas personas del grupo. Subimos entonces al autobús que nos estaba esperando y pusimos rumbo a nuestros pueblos, unos nos quedaríamos en Maynooth y otros seguiríamos hasta Clane.
En los pueblos nos esperaban las familias. ¡Qué escenas más bonitas familias! Sonrisas nerviosas de niños y niñas maravillosos se fundían en abrazos de sonrisas irlandesas increíblemente acogedoras. Los nervios y el cansancio complicaban una comunicación en palabras que era preciosamente solventada por el idioma internacional de las sonrisas.
Voy acabando ya este primer post, este primer resumen de lo que fue un día que muchos no olvidaremos nunca. Nuevas sensaciones, nueva gente, nuevos retos… nuevos amigos, nuevos abrazos, nuevas risas. Sinceramente, ni yo pensaba que en solo un día se pudiera hacer tan buen grupo. Cuántas sonrisas, cuánto cariño… cuánta envidia me daría si no estuviera aquí.
Familias, ya somos una familia y esto no ha hecho más que empezar.
Seguimos en contacto y prepararos porque nos espera un mes SUPERFRAGILÍSTICOESPIALIDOSO.
Un abrazo enorme de todos/as nosotros/as. Amas, aitas, hermanos, hermanas
¡Mil gracias por brindarnos esta oportunidad!
¡Acordaros de visitar el álbum de Facebook de Kildare 2018 para ver más fotos!