Hello, hello, hello!
Un día más nos pasamos por aquí para contaros las aventuras del TEAMMIDLANDS por tierras irlandesas. Esta semana nos ha tocado visitar uno de los sitios a los que más ganas le teníamos y es que este miércoles hemos visitado por fin el Lilliput Adventure Centre.
Este centro de aventuras, es un complejo de instalaciones y bosques naturales que ofrece la oportunidad de realizar un montón de actividades chulísimas en un mismo espacio. No queremos dar envidia, pero nos lo hemos pasado pipa y os lo vamos a contar todo-todito para qué veáis que en lo que se refiere a pasarlo en grande, a este equipo no le gana nadie.
Hemos empezado el día en el bosque, jugando al “Atrapa la bandera”. Nos hemos dividido en dos equipos y cada uno ha tenido que esconder por el bosque su propia bandera, lo mejor posible para que al equipo contrario le costase encontrarla. Nos hemos divertido mucho buscando la bandera de nuestros oponentes y corriendo e investigando los caminos y senderos del bosque.
Una vez recorrido todo el bosque, hemos vuelto a las instalaciones principales para jugar a Aeroball (una especie de baloncesto dentro de camas hinchables) y por supuesto para hacer escalada en un pequeño rocódromo al aire libre. Los más valientes han subido hasta arriba y nos han dedicado su bajada con el arnés deslizante. Ha sido increíble poder ver las vistas del lugar desde ahí y poder probar un deporte tan divertido como la escalada.
Después ha llegado la hora de una de las actividades que más curiosidad nos daba, y es que nos hemos descalzado y vestido “nuestras peores ropas” para saltar en una auténtica piscina de barro natural. La experiencia ha sido increíble, rarísima y sin embargo súper disfrutona. Hemos salido exfoliados y con una sonrisa de oreja a oreja del barro.
A continuación, nos hemos acercado hasta el lago. Ahí nos hemos dado un baño para limpiarnos y después nos hemos montado en unos kayak. Hemos aprovechado para navegar un poco, refrescarnos con el agua que estaba buenísima y alguno que otro para darse un chapuzón completo al volcarse su canoa. No nos hemos parado de reír y de remar un buen rato.
Después de tanto trote era el momento de darse una ducha caliente y comer un poco, porque necesitábamos reponer fuerzas para lo que quedaba de jornada. Tras asearnos, alimentarnos y descansar un poco hemos vuelto a la carga jugando una partida a baseball-pie y después un juego de orientación y búsqueda del tesoro por equipos por todo el terreno del centro de aventura. Nos hemos perdido, nos hemos orientado como hemos podido, y finalmente, nos hemos encontrado todos en el punto final.
Sin duda ha sido uno de los días más divertidos y con más risas de los que hemos vivido este verano. Y aunque teníamos ganas de más, todos hemos agradecido la vuelta al bus para descansar, comentar lo vivido y alguno, incluso, para echar una cabezadita.
Por aquí, como veis, no paramos, ni tenemos intención de hacerlo. ¡Nos quedan pocos días y estamos dispuestos a disfrutarlos a tope!
¡Un abrazo y volvemos pronto con más historias!
AITOR, CARLA Y MARTA