Heeello everybodyyyy!!!
¿Cómo va todo por allí? Aquí hemos tenido un fin de semana pasado por agua, mucha agua, pero eso no ha parado a nuestro equipo. Pasábamos por aquí para contaros nuestro viaje del sábado a Dublín, siendo esta visita algo más turística.
Como siempre nos despertamos prontito para ir al bus, ya que tenemos un par de horas de viaje hasta allí. Dormimos, escuchamos música y charlamos todo el trayecto hasta entrar a la ciudad. Al llegar, nuestro acompañante David nos guió por los sitios más turísticos y conocidos; St. Patrick Cathedral, Trinity College, Ha’penny Bridge o St. Stephen's Green Park entre otros. Una parada imprescindible era el Temple Bar, un pub muy visitado por turistas y locales dónde siempre hay música en directo y que además se ha convertido en un lugar dónde se juntan todo tipo de culturas, ya que es mundialmente conocido.
También hicimos una parada obligatoria: la estatua de Molly Malone. Cuenta la leyenda que para volver a Dublín hay que tocarle el busto, y no nos arriesgamos a contradecirla, ya que nos encanta esta ciudad. Esta estatua hace referencia a la canción que se ha convertido en himno de esta ciudad, que trata sobre la mujer de un pescador que mercadeaba en las calles de la capital. Casualmente, en este lugar coincidimos con otro de los grupos de EMY en Irlanda, y todos juntos cantamos esta famosa canción.
Seguimos con nuestra ruta y hemos de admitir que agradecimos que lloviese un poco, ya que siendo sábado y estando en el centro, Dublín suele estar abarrotado, y gracias a esto las calles estaban bastante tranquilas, lo que nos permitió disfrutar de estas zonas con más tranquilidad. Después de estas visitas, tuvimos tiempo libre para comer y acudir a los sitios que más interesaban a nuestros emys. Algunos fuimos a ver el bar más antiguo de Dublín, que era una pasada, mientras otros se acercaron a Trinity College y otros se refugiaron de la lluvia en el centro comercial.
A primera hora de la tarde, nos juntamos para ir juntos al autobús. La mayoría lo agradeció, ya que después de un largo día de caminata, queríamos descansar y cenar algo caliente. Aún así, la vuelta fue la pera, ya que estuvimos dando un concierto cantando canciones y bailando como podíamos. El tiempo se pasó volando entre risas e historias. Ya se van escuchando las primeras frases de cuánto nos vamos a echar de menos. ¡What an incredible TEAM!
En resumen, fue un día estupendo y cada vez que nos juntamos no necesitamos mucho para pasarnoslo bien. Se acerca la recta final de esta gran aventura y estamos deseando hacer la siguiente excursión el miércoles a Lilliput Adventure Park.
Disfrutaremos a tope de esta última hazaña y os contaremos todos los detalles.
Hasta entonces, ¡un abrazo enorme desde Midlands!
Paula & Naiara