Para ir finalizando el programa, nos toca la última beach party que tantas alegrias nos ha dado. Todas las beach party han sido especiales y esta última no podía ser menos: comida, buena música y juegos, muchos juegos. Además esta vez también han venido las familias para así dar un final perfecto a esta gran aventura.
Nos lo hemos pasado genial, ha sido divertido y emotivo a partes iguales, se notaba que era un final, unos de esos finales que merece la pena recordar!! Todos los programas hemos terminado cantando y escuchando un texto que una de nuestras EMYs había escrito para todos nosotros!! Ha sido imposible no emocionarse y sentir que esta experiencia era única y especial y que la recordaremos SIEMPRE!! A todos nos ha hecho crecer un poquito y nos ha cambiado de alguna manera!!
Pero esta era solo la primera de las despedidas, porque antes de coger un avión y volver a casa todavía nos quedaba disfrutar de nuestra última excursión a un parque acuático!!
Hemos disfrutado de nuestro último viaje en bus y cómo no, de un parque acuático con una temperatura ideal para estar a remojo todo el día!! Han sido geniales, sus toboganes, sus cápsulas, sus piscinas de olas, su lazy river... hemos disfrutado como enanos!!
Y finalmente, aunque no queríamos ni escucharlo, llegó el momento más duro de todo el curso, la despedida.
Nos encontramos a las nueve en Vanguard University como siempre, pero esta vez no con la intención de aprender inglés, sino de decir hasta luego a una etapa maravillosa. Aquel era el último día y los nervios se respiraban en el ambiente. Tenemos que admitir que ese día no prestamos tanta atención a nuestros profesores, nuestra necesidad de disfrutar del entorno y de nuestros compañeros por última vez nos lo impedía.
Fue un día especial en la universidad, porque pudimos ver el resultado de todos nuestros proyectos. Una de las cosas que más disfrutamos fue viendo los vídeos realizados junto a nuestros compañeros. Ahí pudimos apreciar claramente cómo hemos mejorado nuestra habilidad de defendernos en un idioma que no es el nuestro.
Además, fue la mar de divertido vernos siendo actores y actrices por un día. Nosotras como monitoras, nos sentimos como amatxus orgullosas de nuestros niños.
Después de haber visto el espectacular resultado de nuestros proyectos, los profesores nos pusieron un vídeo resumen de todas las vacaciones que nos sacó algunas carcajadas y también alguna lagrimilla (pero shhhhh es un secreto). Ver todos esos recuerdos en pantalla nos hizo darnos cuenta todavía más de todo lo bonito que hemos vivido este mes. ¡No podíamos creernos que ya se acababa!
Una vez vimos todos los vídeos, nos dirigimos a los jardines del campus a nuestra fiesta de despedida. Ahí no había diferencias, no había grupos, no había malos rollos. Todos teníamos la misma sensación agridulce de haber pasado el verano de nuestras vidas y de no querer volver a casa.
Pusimos nuestra música favorita a todo volumen mientras comíamos, bailábamos, sonreíamos, firmábamos banderas y nos abrazábamos. Lo que hace un mes era un grupo de desconocidos, se había convertido en una pequeña familia y a eso no se le dice adiós tan fácil. Pero bueno, vamos a llamarle un hasta luego y no un adiós, porque una familia no se separa tan fácil.
Como guinda del pastel, los profesores nos dieron un discurso de despedida y nos regalaron una camiseta que nos hizo mucha ilusión. ¡Echaremos de menos hasta a nuestros profesores! Sobre todo a Ron, nuestro compañero de aprendizaje, juegos y aventuras. Nadie quería separarse de él ese día. Si nos hubieran dicho que querríamos tanto a un profesor antes de venir, no nos lo creeríamos.
Cuando acabó la fiesta, nos fuimos a nuestras casas a despedirnos de nuestras host families y a hacer la dichosa maleta. ¿Cómo metes en una maleta todos los recuerdos de un mes inolvidable? ¡Imposible! Todos fuimos al aeropuerto con miedo de sobrepasar el peso indicado ¡menos mal que nadie tuvo problemas!
A la mañana siguiente, sí que sí, llegó el momento tan temido. Cada uno se despidió de su familia americana con mucha pena y partimos hacia la parada del autobús. Allí, nos despedimos de muchos compañeros, entre abrazos y lágrimas. ¿Por qué pasa tan rápido el tiempo?
El último viaje en bus hacia el aeropuerto fue de lo más emotivo. Nuestro querido Ron nos regaló helados a todos y nos dio un discurso que jamás olvidaremos ¡ojalá volvamos a verle! También nosotras como monitoras intentamos dar cada una su discurso, aunque tenemos que admitir que no fue nada fácil. Las lágrimas se nos escapaban al mirar las caras de nuestros estudiantes.
Y por fin, llegamos al aeropuerto, donde nos despedimos de la ciudad de las estrellas y pusimos rumbo hacia nuestro hogar.
Desde este pequeño rincón, queremos dar las GRACIAS a todo el que ha hecho de este verano el mejor de nuestras vidas. No tenemos palabras para describir lo bonito que ha sido este viaje y el maravilloso equipo que hemos formado. Hemos crecido, aprendido, reído, llorado... Todos y cada uno de nosotros hemos aportado nuestro granito de arena para crear algo mágico que nunca olvidaremos.
Como hemos prometido, esto no es un adiós ¡Nos vemos pronto!