Despedida de Broadstairs 2018

Hola… o no sé ni cómo saludar en este blog ya…

Escribo este blog con un ojo abierto y otro cerrado del cansancio, con el ojo abierto cayéndose una lagrima de la tristeza, con una mano en el ordenador y la otra en el móvil hablando con ellos y por supuesto con parte de mi corazón en Broadstairs con mis 17 bebés.

Dramatismos aparte, no sé muy bien ni lo que os voy a contar en este blog. Ya sabéis que las despedidas siempre son duras, ¿pero alguien me puede explicar cómo 17 desconocidos consiguen convertirse en una familia como nosotros? Supongo que es la fuerza EMY que todos teníamos dentro.

Voy a empezar por el principio, por ese primer día en el que recogí a parte del grupo. Durante ese trayecto en el autobús recuerdo niños y niñas con cara de inocencia, con nervios, que jugaban a los juegos que yo me inventaba y se presentaban pensando que era una pesada.

Al llegar a Bilbao ya cogimos a la otra mitad de la tropa… y vuelta a las presentaciones, a hablar de nuestras familias, de aficiones… pensarían que menuda monitora preguntona les había tocado. Nuestro viaje comenzó con un retraso en el aeropuerto, pensé "empezamos bien"… ¡pero que equivocada estaba! Empezábamos genial porque todos se empezaron a abrir, comenzaron las bromas y las ganas de saber unos de los otros.

Nuestra llegada a Londres y de repente…caravana! Pensé "vaya faena" otra vez… pero qué poco sabia… sirvió para que enchufasen altavoces empezasen a cantar, creásemos nuestro grupo de WhatsApp y ya surgiese lo que denominamos el súper Broadtstairs EMY team.

A partir de este momento todo fue fácil, bueno todo, todo no, no os voy a engañar… conseguir que se duerman a las noches y que a la mañana se despierten… ha tenido su trabajo. Día a día empezábamos a estar más complementados, los besos de buenas noches empezaban a ser obligatorios, los chistes con los italianos eran parte de nosotros, los desayunos de sueño y las cenas con patatas acababan alegrándonos…

Creo que hemos vivido juntos una gran experiencia, se han abierto a hablar inglés, han aprendido a escuchar, a conocer gente de distintas partes del mundo, a convivir, respetar, viajar y conocer distintas tradiciones que tan importante es.

Me siento feliz y agradecida, como os digo son unos EMYs con energía y fuerza de aprender y preguntar terrible. Espero que todas sus horas de esfuerzo en las aulas, aprendiendo a relacionarse y a comunicarse como verdaderos nativos y que todo su trabajo se convierta en éxito.

Espero que recordéis este viaje con cariño, como os conté en mi carta de presentación y como todos sabéis más que de sobra yo recuerdo ser alumna con muchísimo cariño y alegría… Asi que todos a guardar este gran verano EMY’18 que os ha brindado la oportunidad de mejorar tanto vuestro inglés como personas.

Gracias! It’s been a pleasure and an amazing experience sharing with you these three weeks.

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