Hello everyone!
Una vez más aquí estamos informando desde irlanda de todo lo acontecido estos últimos días en el Team Kildare. El tiempo pasa volando y es que ya podemos contar los días que nos quedan juntos con los dedos en una mano, así que mejor empleo esos dedos para escribir estas líneas, que sino veo que me pongo sentimental y no es plan.
Como de costumbre, estos días no hemos parado y es que no me canso de decirlo, en Kildare estamos al 100% siempre.
El jueves, después de hacer los exámenes finales, aprovechamos el buen tiempo para tomarnos una tarde libre por Maynooth. Fuimos al parque, comimos todos juntos el delicioso packed lunch y, como siempre que nos juntamos, se nos pasaron las horas entre risas, carcajadas y momentos inolvidables que nos llevaremos con nosotros para siempre.
El viernes tuvimos la ceremonia de graduación. Todos nuestros EMYs se vistieron con sus mejores galas para recibir el diploma entregado por el profesorado. Fue un momento repleto de orgullo y de alguna que otra lágrima. Aprovechamos también el día para ver juntos el video y la canción que hemos preparado juntos estos últimos días y que estoy seguro de que muchos de vosotros ya habréis visto.
Como broche final a este día, y a modo de despedida del colegio que nos ha acogido estas últimas semanas, montamos un karaoke improvisado donde aprovechamos para cantar con todas nuestras fuerzas y al unisonó todas esas canciones que han sonado una y otra vez durante este verano increíble, y que ya han pasado a formar parte de la banda sonora de una parte de nuestras vidas.
El sábado nos subimos al bus rumbo al precioso pueblo costero de Bray (pueblo en el que el año pasado nuestra increíble monitora Nerea pasó el verano). Esta visita a Bray coincidió con la feria local así que todo el paseo marítimo estaba repleto de atracciones, puestos de comida y de espectáculos callejeros que disfrutamos como enanos.
Los más valientes se subieron a las montañas rusas más altas del lugar, los menos aprovechamos y nos comimos un helado, que tampoco está nada mal.
Más tarde, cuando ya estuvimos agotados de tanto subir y bajar, nos juntamos todos en la playa para disfrutar del espectáculo aéreo que formaba parte del programa de las fiestas de Bray. Aviones y avionetas de todos los tipos y colores volaron por encima de nuestra cabezas creando siluetas y figuras en el cielo, dejándonos a todos con la boca abierta.
Como veis, cada día que pasamos aquí es único y nunca sabemos del todo qué es lo que nos espera. Eso es la magia del Team Kildare, que da igual lo que se nos ponga delante, porque juntos siempre conseguimos pasárnoslo bien, hagamos lo que hagamos.
Esto ha sido todo por esta vez, lo poco que nos queda por tierras irlandesas promete ser muy heavy así que os invito a que sigáis leyéndonos como hasta ahora porque tengo la sensación de que como en todas las grandes historias nos estamos reservando lo mejor para el final.
Saludos desde Kildare, nos vemos pronto!
