¡Hellooooooo again desde New York!
Otra semana que se nos va, y esta ha estado cargada de emociones. El lunes empezó como siempre, con desayuno, clases y comida. Luego nos fuimos a Battery Park, un parque pequeño pero lleno de encanto en el sur de Manhattan. Allí tuvimos tiempo libre para seguir comprando y pasear por el Financial District. Para terminar el día, cenamos en el Applebee 's cerquita del campus. ¡Qué bien nos vino no tener que ir muy lejos! Algunos repitieron sus platos favoritos, otros probaron algo nuevo, pero todos disfrutamos de la comida y la música, ¡y hasta nos sacaron fotos!
El martes fue un día súper especial porque…¡era nuestro Graduation Day! Terminamos las clases un poco antes y nos reunimos todos en el Keating Staircase, donde solemos tener la disco. Tuvimos una ceremonia preciosa al ritmo de "Empire State Of Mind". Fui llamando uno a uno a mis graduados, quienes se colocaron su birrete naranja de Zuma Education, recibieron su merecido certificado y, como no, lanzaron su birrete al aire. La ceremonia estuvo llena de emoción, y no faltaron algunas lágrimas. Después de la ceremonia, tuvimos nuestra última comida juntos. ¡Esta semana ha estado llena de últimas veces!
Por la tarde, nos esperaba un planazo. Primero, cogimos el bus y el tren para llegar al Roosevelt Island Tramway, un teleférico que conecta la isla Roosevelt con Manhattan. El trayecto duró solo 3 minutos, pero ¡vaya vistas que tuvimos de la ciudad a vista de pájaro! Pasamos aproximadamente una hora en la isla, refugiándonos en cafeterías y supermercados para disfrutar del aire acondicionado, montándonos en bicis y paseando por sus parquecitos.
Pero la tarde no terminó ahí. Nos dirigíamos al Top of the Rock, el observatorio del Rockefeller Center, cuando el metro se quedó parado en medio del túnel debido a una caída de luz en Downtown. ¡AAAAA, casi nos da un infarto! Pero después de un rato, gracias a nuestros mil rezos supongo, el metro se puso en marcha de nuevo y pudimos llegar a tiempo para cenar y subir al observatorio. El Top of the Rock, con sus 259 metros de altura y una terraza en tres niveles, nos ofreció una vista maravillosa de Central Park y el Empire State Building. Disfrutamos de un precioso atardecer rosa y de las luces de los edificios al caer la noche. ¡Qué sitio tan increíble para despedirnos de nuestra ciudad! Al volver al campus, empezaron las despedidas y las firmas de banderas que guardaremos con todo nuestro cariño en nuestras casas. Definitivamente, no estamos preparados para irnos…
El miércoles a las 9 de la mañana tuvimos que dejar nuestras habitaciones, ¡y lo que nos costó! No sabía que se podía acumular tanta basura y desorden en solo tres semanas, pero bueno, si era una competición, ¡nosotros siempre ganamos! Recogimos todo, cerramos maletas (algunas hasta tuvieron que comprar otra a última hora), y nos despedimos con emoción de nuestro Campbell Hall.
Cogimos el bus al aeropuerto y empezó nuestro viaje de vuelta: facturación, control, espera, vuelo (con películas y karaoke de la canción de Cucurella incluido) y nuevamente control, espera, una carrerita y vuelo. Para el jueves a primera hora de la mañana ya habíamos dejado a parte del grupo en Bilbao y al resto en Donosti, ¡qué penita!
¡Ha sido un viaje increíble! Nos llevamos recuerdos y experiencias que quedarán con nosotros para siempre, pero no me despido todavía, que eso lo haré en el próximo blog.
¡See you soon!
