¡Hola familias!
Última semana… ¿Os lo podéis creer? A nosotros todavía nos cuesta creérnoslo un poco. Esperamos que estéis disfrutando de las vacaciones tanto como lo estamos haciendo nosotros. ¡Aunque la semana pasada tuvimos que despedir a mucha gente, esta semana han llegado muchos grupos nuevos y eso implica nuevos amigos!
El lunes pasó un milagro: los rayos de sol iluminaron nuestras caras e incluso diríamos que tuvimos la oportunidad de recordar las sensaciones que nos genera el calor. Algunos aprovechamos para sacar nuestra ropa de verano y sentarnos a tomar el sol. Se rumorea que el viernes llegamos a los 25 grados, lo que viene a ser una ola de calor versión inglesa. Nosotros cruzamos dedos para que así sea porque, si pensabais que el verano en Euskadi era lluvioso, todavía no conocíais el del norte de Inglaterra.
Con nuestros mejores outfits nos fuimos a Hull a disfrutar de la tarde. Algunos nos fuimos a visitar el estadio del Hull y otros estuvimos a la búsqueda de souvenirs. Sin duda, el mejor momento del día fue cuando varios de nosotros aparecimos corriendo en el meeting point con una tortilla patata del Lidel a cada mano y una sonrisa que iluminaba hasta el cielo más gris de Hull. Después de varios días queriendo ir a comprarla, soñándola y salivando por ella, que alegría más grande cuando por fin la teníamos en nuestras manos. ¿Cuántos días nos durará la tortilla en la nevera? Hagan sus apuestas familias…
El martes tuvimos discoteca en el campus. Comodidad, ante todo, algunos decidimos aparecer en pijama a la fiesta. Una de las mejores decisiones de nuestra estancia aquí. Tras mucho rogar al DJ al final nos pusieron la tan ansiada asereje y allí nos pusimos a enseñarles a nuestros compañeros y monitores el famoso baile de Las Ketchup. Seguro que se os ha escapado algún movimiento mientras leíais esta frase. Una vez vencida la timidez inicial, no paramos de mover nuestros cuerpos con cada canción que sonaba. Una vez más, la estrella de la fiesta fue nuestro querido Egg Sheeran que cada día tiene más seguidores en el campus. ¡Imaginaos lo famoso que es que ya no somos el grupo EMY sino el grupo Egg Sheeran! Somos el eggemplo a seguir.
El miércoles fuimos al laser tag. Para ser la primera vez de muchos, no veáis que bien se nos dio. Pudimos jugar dos partidas: una individual y otra por equipos. Con el chaleco y la pistola en mano, nos adentramos por las laberínticas calles de la sala con temática espacial. Se nos unieron 3 personas inglesas que creemos que querían una revancha por el resultado de la final de la Eurocopa ya que cada vez que revivíamos nos volvían a matar… Que frustración cada vez que nos daban en el chaleco y la pistola se desactivaba. Los segundos hasta que la pistola volvía a brillar en rojo o azul se nos hacían interminables. Tras una reñida lucha, el equipo rojo se llevó la victoria a casa.
El viernes empezó lleno de nervios y miedos, pero gracias a la práctica del examen que hicimos el jueves a la noche, nos sentíamos mucho más seguros de nosotros mismos para afrontar el Trinity. Tras tres semanas intensas de preparación, nos enfrentamos a nuestros miedos y conseguimos salir victoriosos. ¡Y es que menudos cumplidos nos han escrito los profesores! Amas y aitas, esperamos que estéis muy orgullosos de nosotros porque nosotros si lo estamos. Esa noche por fin llegó el momento más esperado de la semana: la prom. Tuvimos muchísima suerte porque fue el día más soleado y caluroso de las tres semanas. Tras ponernos nuestros mejores outfits y una sesión de fotos digna de película, nos fuimos a cenar y a darlo todo en la pista de baile. ¡Lo teníamos bien merecido!!
Tras muchas despedidas y kilos de más en las maletas, empezamos nuestro viaje de vuelta a casa. Si el viaje de ida nos pareció una odisea, el viaje de vuelta lo superó. Parece que cantamos victoria antes de tiempo ya que la maldición de Hull estaba al acecho. Salimos a las 6 de la mañana en dirección al aeropuerto de Manchester. Llegamos a Frankfurt a las 2 de la tarde según lo previsto y nos pusimos cómodos para una larga escala. Quien nos iba a decir lo que nos esperaba en las próximas horas… Todo comenzó con un móvil desaparecido, seguido por un pasaporte caído, 3 cambios de puerta de embarque y 2 horas de retraso añadido al miedo de que cerrasen Loiu. No obstante, esto no nos impidió celebrar un cumpleaños e incluso cantar un “zorionak zuri” mientras el avión aterrizaba en Bilbo. Tras casi 24 horas de viaje llegamos a Donosti a las 3 de la mañana, llenos de ganas de veros y abrazaros.
Aunque teníamos muchas ganas de veros y de disfrutar de un verano increíble, nos ha dado mucha pena despedirnos de Hull y de su gente. Hemos estado muy a gusto y se nos han pasado las tres semanas volando. De hecho, ya estamos planeando nuestro reencuentro. Todavía no sabemos si será en Donosti, Bilbo, Eibar, Gasteiz o Iruña; ¡pero lo que sí sabemos es que nos volveremos a ver pronto! Muchas gracias por habernos dado la oportunidad de vivir esta aventura y en especial queríamos dar las gracias a nuestro querido Eneko García Lorca por su brillante aportación a este último post.