¡Hellooooooo mis Fordham Reals!
No puedo creer que este sea nuestro último blog. Parece que fue ayer cuando llegamos al campus, con las maletas a cuestas y mucho cansancio acumulado del viaje. Ahora ya estamos cada uno en su casita de vuelta, llevando con nosotros muchísimos buenos momentos (y unos kilos de más en las maletas) que nadie va a olvidar.
Estas tres semanas han sido muy intensas, ¡y se nos han pasado volando! Para empezar, habéis hecho creer a casi todo el campus que sois una familia de primos. No sé si de primos, pero en familia nos hemos convertido, ¡eso seguro! Nos han acompañado profesores y leaders maravillosos como Bilman, Lidia, Sofia, Diomelca, Auruen y Renoly, que han hecho que no nos perdamos por el Bronx ni por NY en general y que aprendamos muuucho inglés.
Pero…¿dónde empezó todo? Todo empezó en Donosti con un viaje de una hora en silencio a las 5:30 de la mañana. ¡Vaya sueño que había! Al llegar al campus, una pijamada dio el pistoletazo de salida a esta aventura, y desde entonces no hemos parado. Hemos tenido siestas en cada viaje de tren, un vídeo 360 gratis en pleno Times Square, una tormenta de verano en Central Park acompañada de una caída digna de video, una alarma de incendios a altas horas de la noche porque a otro grupo se le quemó algo en el microondas, un bizcocho que resultó ser pan, mucho regateo, pinzas del Bubba Gump como souvenir (que tristemente se han quedado en el campus), horas infinitas en nuestra common room (y en la de otros también, por qué no decirlo), paseos nocturnos y muchas cosas más.
Hemos podido visitar infinitos sitios, tantos que creo que ya podríamos considerarnos neoyorquinos. Desde 5th Avenue pasando por Times Square, Broadway, High Line, Little Island, American Museum of Natural History, Financial District, 9/11 Museum, Central Park, Statue of Liberty and Ellis Island, Brooklyn, Empire State Building, MoMA, Chinatown, Soho, Little Italy, Coney Island, Yankees Stadium y muuuuchos más. No hemos parado ni un segundo, y cada uno de esos lugares ahora tienen un significado especial para nosotros.
Se acaban las frases de buenos díaaaaaaas, ánimooooo, abrimos puertas para los vouchers, veeeenga chicos, veeeenga chicas, y mis cantos celestiales toooodas las mañanas, pero no olvidaremos este viaje nunca, ni el lugar ni a la gente que nos ha acompañado. Para mí, como ya os dije, ya era un regalo ir a Nueva York como monitora, pero lo ha sido aún más teneros a vosotros como grupo y disfrutar con vosotros y de vosotros. Gracias a todos por ser parte de este viaje, y espero haberos dado al menos la mitad de lo que me habéis dado a mí.
Cuidaos mucho, disfrutad de lo que queda de verano, y espero veros pronto en Ordizi, en Amore, en Gros o en nuestro siguiente viaje familiar.
¡Maite zaituztet family!