¡Buenos días familia! Menudo fin de semana más divertido pasamos. ¿Estáis preparados para leer nuestras últimas aventuras? ¡Pues empezamos!
El viernes tuvimos que despedirnos de nuestros amigos italianos a los cuales habíamos cogido mucho cariño. Durante las clases de la mañana algunos de nuestros EMYs fueron nominados al mejor video de un día en “Future Learning” y también al mejor compañero de clase. ¡Qué orgullosa estoy de ellos! Después de comer me acerqué a la clase de fotografía, donde tenían que representar un cuadro de algún pintor famoso y donde no nos pudimos reír más con las ideas que se les ocurrían a nuestros chicos y con las fotos que salieron.
El sábado tuvimos una excursión a “Glendalough” (valle localizado en el condado de Wicklow). Al llegar allí cogimos nuestros paraguas y chubasqueros y nos preparamos para caminar bajo la lluvia. Nuestro guía nos explicó muchas cosas sobre el asentamiento monástico que se encuentra en la zona: la torre circular, “The Priest House”, el cementerio, la Cruz y la Cocina de San Kevin, etc. La zona era preciosa pero no pudimos disfrutarla tanto como nos hubiera gustado ya que llovía a cántaros. El pobre EMYODA no pudo ni asomar la cabeza.
Después de estar un rato allí decidimos volvernos al bus e ir a un centro comercial cerca de Dublín. Allí pudimos comer tranquilamente e ir de compras y la verdad que nuestros chicos estaban más contentos que unas castañuelas.
Y el domingo… ¡Cómo nos gusta dormir un poco más! A las 12:45 nos dirigimos hacia “Phoenix Park” (el parque más grande de Europa y además es una reserva de ciervos). Al llegar encontramos el “Wellington Monument” (obelisco más grande de Europa con 62 metros de altura). Allí nos sentamos a comer, escuchamos música, jugamos al fútbol, algunas EMYs estuvieron leyendo, etc. Después nos adentramos al parque en busca de los ciervos y llegamos hasta “The Papal Cross” (cruz de acero erigida en 1979 por la visita del papa Juan Pablo II), en esta zona es donde se encuentra la reserva de ciervos. Después de caminar un buen rato sin éxito comenzamos el camino de vuelta, con tan mala suerte que empezó a llover. Estábamos ya cerca de la salida del parque cuando los chicos empezaron a gritar: ¡ciervos, ciervos! Volvimos hacia atrás y había un grupo enorme de ciervos preciosos y super tranquilos. ¡Qué ilusión nos hizo!
Para acabar bien el día, después de cenar reservamos la sala de cine de la residencia y estuvimos viendo una peli juntos.
Esto es un no parar… nos queda una semanita por aquí, pero estoy segura de que la vamos a disfrutar al máximo porque… ¡los EMYs siempre dejan huella!
ANDREA